jueves, 26 de julio de 2007

El Arbol...

El árbol que plantaste aún vive...

A pesar del tiempo, a pesar de todo, aún vive, se clonó a si mismo y eso no deja de maravillarme, así como tu vida, tan dura a veces, tan sufrida y, a la vez tan llena de cosas que la hicieron rica, eras un pozo de sabiduría y de historias que llenaron mis oidos infinitas veces, contigo aprendí a amar tantas cosas, me enseñaste tantas otras, incluso a no odiar a quienes te hicieron tanto daño, a quienes te condenaron y torturaron simplemente porque pensabas distinto a ellos, sólo porque querías un país, un mundo mejor... Tan sólo seguiste creyendo, a pesar de todo y luchando por lo que creías, aún me admira tu valor, tu consecuencia...

Amado tío, has partido y sé que por fín tienes paz, por fin descansas, tengo la fe de que algún día nos volveremos a encontrar, que tendrás preparado el vino para festejar nuestro reencuentro y, de seguro tendrás mil nuevas historias para contarme, también sé que velarás por mí, así como lo harás por tus propios hijos y nietos porque sé que me amabas como a una hija así como yo te amo como a un padre.


Tu hermoso recuerdo queda abrigando mi corazón y, ya no sufro tu partida, por que seguirás vivo en mi, y en ese árbol, que cada día me hablará de tí...





M.J.C

19 de MAYO de 1928
21 de JULIO de 2007