martes, 5 de diciembre de 2006

Sólo por hoy...




(Me lo regalaron tiempo atrás. Un mensaje para reflexionar...)


Seré feliz, expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste, me sentiré más alegre que nunca, no me lamentaré de nada, agradeceré a Dios la alegría y la felicidad que me regala.

Trataré de ajustarme a la vida. Aceptaré al mundo como es y procuraré encajar en él. Si sucede algo que me desagrade, no me mortificaré ni me lamentaré; agradeceré que haya sucedido, porque así se puso a prueba mi voluntad de ser feliz. No aprisionaré mis nervios, ni mis sentimientos, ni mis impulsos. Seré feliz.

Trabajaré alegremente, con entusiasmo y pasión. Haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Comprobaré mis pequeños triunfos. Los fracasos servirán de apoyo para ellos.

Seré agradable. No criticaré a nadie. Si comienzo a criticar a una persona cambiaré las críticas por apreciaciones sinceras de sus virtudes. Toda persona tiene sus defectos y concentraré mi atención en sus virtudes. Hoy evitaré las conversaciones y discusiones desagradables.

Voy a eliminar dos plagas: la prisa y la indecisión. Hoy viviré con calma, con paciencia, porque la prisa es el enemigo de una vida feliz y triunfaré. No permitiré que la prisa me acose ni que la impaciencia me abrume. Hoy tendré confianza en mi mismo. Hoy le haré frente a todos los problemas con decisión y valentía.

No tendré miedo. El futuro me pertenece. Actuaré valientemente. Hoy tendré confianza en que Dios ayuda a los que luchan y trabajan.

Hoy no envidiaré a los que tienen más dinero, más prestancia o más salud que yo. Contaré mis bienes y no mis males. Compararé mi vida sólo con mi vida y, hoy seré mejor que ayer.

Trataré de resolver los problemas de hoy. El futuro se resuelve a si mismo. El destino les pertenece a los que luchan. Hoy tendré un programa que realizar.

No guardaré rencor a nadie. No pensaré en el pasado. Practicaré la ley del perdón. Asumiré mis responsabilidades y no echaré la culpa de mis problemas a otras personas. Hoy comprobaré que Dios me ama y me premia con su amor.

Haré un bien a alguien. ¿A quién? Buscaré a alguna persona para hacerlo sin que me descubra.

Seré cortés y generoso. Trataré de pagar el mal con el bien.

Al llegar la noche, comprobaré que Dios me premió con un día pleno de felicidad.

Hoy he sido feliz. SOLO POR HOY.




(Gracias P. dónde quiera que estés, me dejaste un gran desafío)


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