miércoles, 20 de diciembre de 2006

¡Buenos Días!








Día cualquiera, me levanto, hago todas las cosas que uno suele hacer en las mañanas... Saludo a los míos: ¡Buenos días! , ¡Buenos días! responden.
Salgo, tengo trámites que hacer, me encuentro con una que otra vecina ¡Buenos días!, ¡Buenos días! respondo. Por fin la micro, de las amarillas, claro, subo, me dirijo al chofer ¡Buenos días!, cri, cri, cri, cri, por respuesta.
Llego a mi destino aún a pesar del chofer, es que entre tantas aceleradas, frenadas, sobrepasar a los de adelante, etc. me parece un milagro haber llegado viva.
Entro a las oficinas a las que voy, me dirijo a la recepcionista ¡Buenos días señorita! vengo por tal y .... dirígase a la oficina tanto en el piso X es toda su respuesta.
Por fin realizo todos mis trámites y como a pesar de las funcionarias me desocupo luego, aprovecho para vitrinear, entre entrar y salir de una tienda y otra, circular por varias galerias y calles, más de alguien me estrella, un desubicado que viene atrás mío me dice un par de improperios por que me "cruzo" en su camino, me pregunto: si él viene por detrás ¿cómo rayos voy yo a saber que el agudito quiere pasar si ni por sospecha pide permiso?
Ya me saturó este "paseo", decido volver a casa, micro, amarilla otra vez, otro chofer ¡Buenas tardes! cri, cri, cri, cri, cri...
Suben escolares, un par de groserías entre el chofer y los niñitos por no se que asunto del pase.
Vendedor ambulante, casi le arranca la cabeza a una viejita de adelante para llegar con el "choco panda", con heladera y todo donde un potencial comprador.
Hasta ahí, día desagradable; "reflexiono" en un sinfin de tonteras (dirán algunos) y me pregunto si, no tendrá que ver aunque sea un poco con los males de nuestra sociedad tanta falta de educación, si ya casi nadie da los "Buenos días", o pide "permiso" para pasar o da las gracias si es el caso, en fin, que aunque parezca tonto, siento que si por lo menos partimos dando los buenos días como que empezaríamos a cambiar el chip, a hacer más amable nuestro entorno, quizá a bloquear un poco las actitudes un poco matonescas de pasar por encima de los que están adelante, a frenar esos impulsos más bien violentos de en vez de pedir por favor agredir a quien nos atiende, es que parece que a veces vemos a la personas con quienes tratamos como si fueran nuestros enemigos...Nos olvidamos que son personas igual que nosotros, es como si les quitaramos la "humanidad". Me parece que los buenos modales son el primer paso para recobrar el respeto por la dignidad humana de nuestros semejantes y de nosotros mismos.
¡Un gesto amable no cuesta nada! (Y por Dios que nos puede cambiar el día!), por eso les digo: Buenos días, buenas tardes o buenas noches! Que tengan un lindo día o, que descansen!!!